LOS SAMURAIS.


En el período Heian, la palabra saburai se empleaba para referirse a los guardias del palacio imperial que portaban espadas. Los saburai, antecesores de lo que actualmente conocemos como samurái, contaban con el auspicio de un señor a quien servían y éste les proveía con el equipo necesario. Además, los saburai debían mejorar sus habilidades marciales permanentemente de acuerdo al entorno en el cual vivían (decir que estaban obligados es generalizar mucho).
Originalmente, estos guerreros eran apenas mercenarios al servicio del emperador y los clanes nobiliarios (kuge, 公家). Sin embargo, lograron amasar el poder necesario para, finalmente, usurpar el mando al emperador y establecer el primer gobierno regido por los samurái.

Dado que los clanes regionales se reunieron y aunaron hombres y recursos, constituyeron una jerarquía centrada en el toryo o jefe. El jefe era un pariente lejano del emperador y el miembro de menor rango de una de las tres familias nobles: los Fujiwara, los Minamoto o los Taira. Si bien originalmente eran enviados a las provincias durante un período fijo de cuatro años para ejercer como magistrados, los toryo no regresaban a la capital al fin de su período, por lo que sus hijos heredaban sus puestos y continuaban liderando los clanes para someter las rebeliones que se levantaron por todo el Japón desde mediados a fines del período Heian.

En la siguiente foto podemos ver al casco de un samurai:

El emperador Meiji abolió el derecho del samurai de ser la única fuerza armada a favor de un ejército más moderno y de estilo occidental. El samurai se hizo Shizoku (士族) quién retuvo algunos de sus sueldos, pero el derecho de llevar puesta una katana en público fue abolido finalmente junto con el derecho de reducir a plebeyos que les faltaron el respeto. El samurai finalmente llegó a su fin después de cientos de años de goce de su estado, sus poderes, y su capacidad de formar el gobierno de Japón. Sin embargo, la regla del estado por la clase militar no estaba todavía terminada.
Los samurai se regían por un estricto código ético conocido como el código del Bushido. En él el honor y la fidelidad a su señor contenían los valores más altos de un samurai. Debían ser totalmente fieles al emperador, aunque esto suponga dar su propia vida. De hecho, una prueba que hacía el emperador a los samurais de los que desconfiaba, era ordenarles el suicidio. También ellos seguían unos caminos llamados los "caminos de la espada espiritual". Aunque la visión de honorabilidad del samurai muchas veces ha sido bastante idealizada, puesto que no se toma en cuenta, que debido a la devoción que tenían por su código de honor y su espada, caían en actos poco decorosos para un miembro de la nobleza; por citar el caso más común: debido a que el samurai consideraba que su espada era su alma propia, si esta era tocada por otro bushi -aunque fuera de manera accidental- esto suponía un duelo ineludible. Ahora, si quien cometía tal error no pertenecía a la nobleza, esto significaba su inmediata muerte a manos del dueño de la espada.

Imagen de un samurai con su armadura.

Los samurái contaban con un amplio arsenal. Siempre se dice que el alma de un samurái se encontraba en la katana que portaban. En ocasiones, se representa al samurái como un guerrero totalmente dependiente de su katana para combatir. Sin embargo, ésta es una diferencia que guarda relación con la importancia de la ballesta en la Europa medieval y lo que representa una espada para un caballero: se trata más bien de un símbolo de status y no de un arma tan importante para el samurái. Al cumplir los 15 años, en una ceremonia conocida como Genpuku (元服), el niño recibía un nombre de adulto y se convertía en samurái. Esto le daba derecho a portar una katana, aunque ella comúnmente estaba asegurada con cuerdas para evitar su desenvaine accidental. Katana y wakizashi (espada de menor tamaño que la katana (60 cm aprox.) que utilizaban como arma auxiliar, que servía tanto para proteger el honor de su portador, como para ejecutar el Seppuku), juntos eran conocidos como daisho, que significa, literalmente, grande y pequeña. El hecho de estar sujeta con amarres complicados para evitar el desenvaine accidental se debía a la creencia de que un portador de sables (katana) era un señor dador de vida o muerte; si se desenvainaba un sable se debía usar, y se decía que el alma de un sable reclamaba una víctima en compensación de "haberlo despertado"

Imagen de catanas:

El arma comúnmente utilizada por el samurái era el yumi o arco y mantuvo tal privilegio durante siglos, hasta la llegada de la pólvora y el rifle en el siglo XVI (No obstante muchos samurai se negaban al uso de armas de fuego, ya que lo consideraban un deshonor). Un arco compuesto de estilo japonés era un arma poderosísima. Su tamaño le permitía emplear diversos proyectiles, como flechas en llamas o flechas de señalización, con gran precisión en distancias desde 50 hasta 100 metros, así dar exactamente en el blanco no era importante. Se empleaba generalmente de pie tras un tedate (手盾), que era un muro de bambú móvil y de gran tamaño, pero también se le podía utilizar mientras se montaba a caballo.

Siguiente imagen armadura samurai con arco yumi:


La vida del samurai no sólo era disciplinada en su educación militar, sino también rica en aprendizaje espiritual e intelectual. A lo largo de los siglos integraron a su filosofía los principios del Budismo Zen, del Shintoismo y del Confucianismo. Asimismo, los samurai cultivaron también la escritura, la pintura y la filosofía. Algunas de las artes que practicaban los samurai era el dibujo de espadas, así como la práctica de la ceremonia del té y el arreglo de plantas (ikebana).
Después de un fracaso u otro acontecimiento deshonroso, muchos samurai preferían darse muerte cortando su abdomen con su espada para tener un fin honorable: esta práctica se llama hara-kiri (“corte de estómago”). El suicidio ritual es parte del código del bushido y se conoce como seppuku. Otras razones para cometer seppuku era la muerte del señor o daimyo, o bien mostrar inconformidad en contra de alguna decisión o actitud del daimyo. La idea de que más vale una muerte honorable que una vida deshonrada es parte de la mentalidad japonesa hasta la actualidad. Los ronin (samurai sin señor) eran samurai deshonrados y eran marginados por la sociedad: se convertían en limosneros, alcohólicos, asesinos.

La siguiente imagen es de un supuesto harakiri:


A pesar de su aspecto fiero, los samurai cumplían una serie de estrictas reglas de cortesía hacia su oponente. Cada combatiente solía dar su nombre, linaje y hazañas anteriores de heroísmo. Una vez terminada la lucha, el samurai victorioso tenía la costumbre de elogiar el valor de su oponente derrotado, antes de cortarle la cabeza.

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