Posiblemente la canción mas triste de la historia.

Siguiendo con otra de mis pasiones: la musica y de cuya historia ya os he puesto algunos post mas o menos interesantes(que cada uno juzgue),los cuales téneis "Aquí", hoy, vamos con otro de ellos:
Dando un paseo por la red ,entre en una pagina donde se votaba la canción mas triste de la historia,
en dicha pagina había una lista de 25 canciones de las mas votada a la menos, y me estrañó muchísimo que no estuviera la canción que hoy podreis escuchar aquí y la historia que ella cuenta.


Por el titulo y las fotos espero que alguno se aya dado cuenta de que la canción es obra del maestro de la guitarra :Eric Clapton, tambien llamado "Mano Lenta".
Os dejo seguidamente con un pequeñisimo extracto de la wikipedia sobre Eric, ya que hoy vamos sobre la canción y sabiendo que si quereis saber mas sobre el, os podeis meter en la dicha "Wiki" y conocerlo mas a fondo.



Eric Patrick Clapton(Ripley, Surrey, Inglaterra, 30 de marzo de 1945) un guitarrista, cantante y compositor de rock y blues, conocido por su maestría con la guitarra eléctrica, en específico con su Stratocaster. Conocido por el apodo de "Slowhand" (Mano lenta). Clapton es miembro del Salón de la Fama del Rock por partida triple; por ser miembro de The Yardbirs, de Cream y por su carrera en solitario. A la vista de muchos críticos Clapton ha sido uno de los artistas más respetados e influyentes de todos los tiempos. Aparece en el puesto número 4 de la lista "Los 100 grandes guitarristas de todos los tiempos" de la revista Rolling Stone, y en el puesto número 53 de su especial "Inmortales: Los 100 grandes artistas de todos los tiempos".
Posiblemente su mayor éxito fue la canción "Layla" .

Pero dejando la historia de este gran musico vamos a lo que nos ocupa hoy y es la tragica historia de esta canción ,en la que trata la perdida de su hijo Connor de tan solo cuatro años de edad al caer desde la ventana de un rascacielos a 53 pisos de altura y que podemos ver con su padre en la anterior fotografia.


Dice una cita que: Si un padre pierde a su hijo ( y pienso que mas si es a esta tierna edad) lo ha perdido todo.
El extraordinario musico cuenta así lo sucedido en su ultima autobiografía:

Estaba en marzo de 1991, cuando arreglé para verlo en Nueva York, donde Lori (Madre de su hijo y de la que estaba separado, podeis verlos juntos en el funeral en las siguientes fotografías)y su nuevo novio, Silvio, planeaban comprar un apartamento. En la noche del 19, pasé a buscarlo por el apartamento de la calle 57 Este para llevarlo al circo en Long Island. Era la primera vez que salíamos juntos los dos solos, sin un acompañante, y yo estaba nervioso y excitado. Fue una gran salida. El no paró de hablar en toda la noche y estaba feliz de ver a los elefantes. Me di cuenta por primera vez de lo que significaba tener un hijo y ser padre. Me acuerdo de estar diciéndole a Lori, cuando volvimos, que desde ese momento los días que me correspondiera tenerlo, quería cuidarlo sin ayuda de nadie.



A la mañana siguiente me levanté temprano para pasarlos a buscar a Conor y a Lori y llevarlos al zoológico, y después a almorzar a Bice, mi restaurante italiano favorito. A eso de las 11 de la mañana sonó el teléfono. Era Lori. Estaba histérica, gritando que Conor estaba muerto. Pensé: esto es ridículo. ¿Cómo puede estar muerto? Le hice la más tonta de las preguntas: “¿Estás segura?”. Entonces me dijo que se había caído por la ventana. Estaba desencajada. Le dije: “Voy para allá”.

Cuando estaba cerca del edificio, vi a la policía y a las ambulancias en la calle y seguí de largo, sin el coraje para entrar. Finalmente me metí en el edificio, y la policía me hizo algunas preguntas. Tomé el ascensor hasta el departamento, que estaba en el piso 53. Lori estaba fuera de sí y hablando como una loca. A esa altura yo estaba calmado y desapegado. Me había encerrado en mí mismo y me convertí en una de esas personas que se hacen cargo de los demás. Hablando con la policía, supe lo que había pasado sin necesidad de entrar en el cuarto. El living tenía ventanales del piso al techo y podrían haber estado abiertas durante la limpieza. No había rejas porque el edificio era un condominio y escapaba a las regulaciones normales. Esa mañana, el portero había estado limpiando las ventanas y las había dejado abiertas. Conor estaba jugando a las escondidas con su niñera, y mientras Lori se distrajo cuando el portero la advirtió sobre el peligro, él entró corriendo al cuarto y siguió de largo por la ventana. Cayó 49 pisos antes de aterrizar sobre el techo del edificio vecino de cuatro pisos. Lori no estaba en condiciones de ir a la morgue, así que lo tuve que identificar solo. Cualquiera haya sido el daño físico que sufrió en la caída, para cuando le habían devuelto a su cuerpo cierta normalidad, recuerdo haber mirado su hermoso rostro en reposo y pensar: éste no es mi hijo.


El funeral de Conor tuvo lugar en la iglesia de Santa María Magdalena, en Ripley, donde yo crecí, en un frío y desolado día de marzo, poco antes de mi cumpleaños 46. Estaban todos mis viejos amigos, fue un servicio hermoso, pero yo estaba mudo. Miraba el ataúd y no podía hablar. Lo enterramos en una parcela justo al lado de la pared de la iglesia, y cuando el ataúd bajaba su abuela italiana se puso histérica y trató de arrojarse a la tumba. Recuerdo que me impactó, porque no soy dado a expresar emociones. No hago duelos de esa manera.

Después del funeral, cuando la familia de Lori ya se había ido y el pueblo estaba tranquilo y yo, solo con mis pensamientos, encontré una carta que Conor me había escrito desde Milán diciéndome lo mucho que me extrañaba y que quería verme pronto en Nueva York. Había escrito: “Te amo”. Desgarrador como era, lo vi como algo positivo. Tenía miles de cartas de condolencia para leer, escritas desde todas partes del mundo por amigos, extraños y personas como el Príncipe Carlos y los Kennedy. Estaba asombrado. Una de las primeras que abrí era la de Keith Richards. Sólo decía: “Si hay algo que pueda hacer, sólo decirme”. Siempre le estaré agradecido. No voy a negar que a veces perdí la fe, y lo que me salvó la vida fue el amor incondicional y la comprensión de mis amigos y compañeros en Alcohólicos Anónimos(Eric fue adicto a varias drogas y al alcohol). Iba a las reuniones y la gente me rodeaba, me daba compañía, me compraba café y me dejaba hablar de lo que había pasado. Incluso más de una vez me pidieron que fuera el coordinador.


Después de una de esas reuniones, se me acercó una mujer y me dijo: “Usted acaba de quitarme la última excusa que tenía para beber. Siempre me dije que si algo llegara a pasarle a alguno de mis hijos, entonces tendría la justificación para emborracharme. Usted me demostró que eso no es verdad”. De repente, me di cuenta de que quizá había encontrado la forma de convertir esta tragedia en algo positivo. Estaba en la posición de decir: “Si pude atravesar esto y mantenerme sobrio, cualquiera puede”. No había una mejor manera de honrar la memoria de mi hijo.

Y haora vamos con lo de lo que realmente trata este post y es de la canción que Clapton dedico a su hijo despues de lo ocurrido llamada "Tears in heaven" (Lagrimas en el cielo) y una de de dos o soy estraño o esta cancion deveria estar en el primer lugar del ranking de las canciones mas tristes de la historia.
(Os la pongo subtitulada para los que no sepais ingles)



Espero no haberos amargado el dia y un saludo:
Regatecha.

1 comentario:

Gothic-X dijo...

Comparto tu opinion esta deberia ser la canción más triste de la historia y la verdad admiro mucho a Clapton por tener el coraje de seguir adelante después de un momento tan duro y después de haber sido alcoholico tener el temple de no tomar eso como excusa para recaer (cosa que muchos hacen)...

Sin duda es una gran canción y muy buena tu reseña