Leonidas y sus 300



Hoy en dia famosisimo por la pelicula 300, basada en la novela gráfica "300" de Frank Miller (autor también de Sin City). aunque hubo algunas anteriores como "300 Espartanos" del año 62 y alguna otra, aunque es muy dificil conocer la verdadera historia de este rey y la gran azaña de las Termopilas, siempre resulta emocionante recordar estos acontecimientos.


Fue uno de los hijos del rey agíada Anaxandridas II de Esparta. Sucedió en el trono, probablemente en 489 o 488 a. C., a su hermanastro Cleómenes I y se casó con Gorgo, la hija de éste. Al tener dos hermanos mayores, Cleómenes y Dorieo, no se esperaba que pudiera llegar a reinar, pero Cleómenes falleció sin descendencia masculina y Dorieo murió, probablemente poco antes que Cleómenes, en Sicilia luchando contra los cartagineses.

En la siguiente imagen la pintura Leónidas en Termópilas, por Jacques-Louis David 1814), París, Louvre.

En 480 a. C., los éforos de Esparta enviaron a Leónidas al frente de 300 hoplitas y 4.000 soldados aliados para bloquear al ejército persa de Jerjes I en el paso de las Termópilas.

Los 300 hoplitas constituían la guardia real, a razón de un centenar por cada una de las tres tribus en que estaban divididos los espartanos. Este cuerpo estaba formado por ciudadanos de Esparta que contasen con algún descendiente masculino a fin de que, en el caso de fallecer en combate, no se extinguiera su familia. Cabe destacar que si bien siempre se sugirió que fueron 300 espartanos los que defendieron el paso de las Termópilas, contra aproximadamente 1.000.000 de efectivos persas, las investigaciones modernas demuestran que en realidad eran 6.000 griegos contra 250.000 persas, una fuerza impensable para la logística de la época. En cuanto a la cantidad de griegos, eran 300 espartanos cada uno de ellos acompañado por 2 ilotas (dos de sus siervos personales), además estaban presentes hombres de todas las colonias espartanas, tales como Tespia.

En la siguiente imagen monumento a Leonidas en Esparta.

Según una historia contemporánea, Leónidas iba acompañado únicamente por una fuerza pequeña porque se dirigía deliberadamente a su perdición, ya que un oráculo había vaticinado que todos los estados griegos, incluyendo Esparta, sólo podrían ser salvados con la muerte de uno de sus reyes, a lo que Leónidas habría respondido: "Yo soy ese rey". Sin embargo, parece más probable que Leónidas no pudiera disponer de más hombres debido a la celebración de las fiestas Carneas.

En la siguiente imagen vemos una viñeta de la novela grafica de Frank Miller.


Varias anécdotas demuestran su valentía y el carácter lacónico atribuido a los espartanos. En el primer día del sitio, cuando Jerjes exigió la entrega de las armas a los griegos, Leónidas contestó Molon Labe ("Vengan por ellas"). Al tercer día, el rey dijo a sus hombres que desayunaran bien; pues "Esta noche cenaremos en el Hades". Los hombres de Leónidas repelieron los ataques frontales de los persas los dos primeros días, pero cuando el griego Efialtes condujo a Hidarnes, general persa, por un camino entre las montañas hacia la retaguardia de los griegos, Leónidas dividió a su ejército y permaneció en el paso con 300 espartanos, 700 tespios y 400 tebanos que fueron mandados a sus hogares para contar la heróica historia de estos guerreros espartanos.

En las siguientes imagenes tenemos un relieve del verdadero Jerjes,tambien Jerjes segun el dibujo de Frank Miller y segun la adaptacion al cine.

Fue tal el ímpetu con el que los espartanos lucharon que Jerjes decidió abatirlos de lejos con sus arqueros para no seguir perdiendo hombres. Leónidas fue alcanzado por una flecha y los últimos espartanos murieron intentando recuperar su cuerpo para que éste no cayera en manos enemigas. La batalla duró cinco días y los persas consiguieron derrotar a los temidos espartanos, pero éstos ya habían retrasado notablemente el avance de Jerjes, lo que permitió la evacuación de Atenas y la reorganización de las tropas y las fuerzas navales, diezmando la moral de los persas y provocando un buen número de bajas.

Esparta lo enterró con todos los honores, incluyendo una exhibición de duelo no habitual entre los espartanos. En el lugar de su muerte se erigió un monumento con un león junto con una inscripción escrita por el poeta Simonides que decía así:

Ὦ ξεῖν’, ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε κείμεθα, τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι

Oh, extranjero, informa a Esparta que aquí yacemos todavía obedientes a sus órdenes

Los guerreros de Xian



Los Guerreros de terracota , dentro del Mausoleo del Primer Emperador Qin (秦始皇陵; pinyin: qín shĭ huáng líng), fue descubierto en marzo de 1974 durante unas obras para el abastecimiento de aguas de regadío cerca de Xi'an, provincia de Shaanxi, República Popular China. Desde el año 1987 está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.




El ejército consiste en más de 7.000 figuras de guerreros y caballos de terracota a tamaño real, que fueron enterrados con el autoproclamado primer emperador de China, de la Dinastía Qin, (Qin Shi Huang) en 210-209 a. C.



Enterrando estas estatuas se creía que el Emperador seguiría teniendo tropas bajo su mando. El ejército de terracota fue enterrado en formación de batalla en tres fosos, un kilómetro y medio al este de la tumba del Emperador, que se encuentra 33 km al este de Xi'an. Los tres fosos tienen entre 4 y 8 metros de profundidad. Han sido excavados y se ha construido un museo en las ruinas, llamado Museo del Ejército de Terracota del Primer Emperador Qin.



El primer foso fue descubierto en 1974 de forma casual por unos campesinos que estaban buscando agua para combatir la sequía. En esa zona se había encontrado ya algunos restos a los que no se les había dado demasiada importancia hasta que la noticia del hallazgo del nuevo foso llegó a oídos de un arqueólogo que inició la excavación.

El foso tiene una superficie de 200 metros por 60 y contiene más de 6.000 guerreros, algunos de ellos aún por desenterrar. Las figuras son a tamaño natural: miden 1,80 m. de altura y están equipados con armaduras fabricadas también con terracota. La fosa se abrió al público en 1979.



Cada una de estas figuras tiene rasgos y características diferentes: bigotes, peinados, jóvenes, viejos, rasgos de etnias diferentes... Las cabezas y las manos se moldeaban aparte y luego se añadían a los cuerpos. Los uniformes reflejan también los rangos militares a los que pertenecen. Cada soldado llevaba un arma: arcos, lanzas, espadas... Tras la caída de la dinastía Qin, los campesinos saquearon la tumba y robaron estas armas. Originariamente, las figuras son de colores vivos y brillantes; color que se pierde a las cinco horas de exposición al oxígeno lo que contribuye a su oxidación. Es por esta razón que se está estudiando la técnica que permita mantener estos colores y hasta que se finalice su estudio están diferidas las excavaciones de otros guerreros.



La segunda fosa en abrirse al público contiene 69 figuras y es conocida como “la fosa de los generales”. Se cree que representaba al estado mayor del ejército. En la fosa también son visibles las figuras de cuatro caballos. La última fosa contiene unos 1.000 guerreros, muchos de ellos sin restaurar.


Los Maories,guerreros tatuados.



Los hemos visto varias veces en fotos tambien en la television con sus extraordinarias danzas pero quizas no sepamos mucho de ellos sepamos algo mas:

Maorí se refiere al nombre de los primeros habitantes de Nueva Zelanda o Aotearoa, tierra de la larga nube blanca y de su lenguaje, el idioma maorí.

La palabra maori significa "normal"; "ordinario". En leyendas y otras tradiciones orales, la palabra distinguía a los seres humanos mortales de las divinidades y los espíritus.

Los primeros exploradores europeos a las islas de Nueva Zelanda se referían a los indígenas que encontraron como "indios", "aborígenes", "nativos" o "neozelandeses". Maorí permaneció como el término usado por los maoríes para describirse a si mismos.
Nueva Zelanda fue uno de los últimos lugares de la Tierra en ser descubierto y colonizado. Nueva Zelanda, uno de los extremos de la gran área polinesia, estaba habitada antes de la llegada de los europeos por pueblos maoríes que, según la tradición, se establecieron allí en sucesivas migraciones iniciadas hacia el siglo X y concluidas en el siglo XIV procedentes de la Polinesia oriental (islas Cook o incluso Hawaii). Probablemente los maoríes llegaron entre los años 500 y 1300 a. C. Estos pueblos tuvieron que adaptar su economía y su organización social a las nuevas condiciones ambientales y, aislados del resto del mundo, crearon una cultura original.


Pruebas arqueológicas y lingüísticas (Sutton, 1994) sugieren que probablemente olas de migraciones vinieron del este de Polinesia hacia Nueva Zelanda entre 800 y 1300 a. C. La tradición oral maorí describe la llegada de antepasados provenientes de Hawaiki (un lugar legendario en la parte tropical de Polinesia) por grandes canoas que cruzaban los océanos (wakas).

Otra de las tradiciones del pueblo maorí es el Whaikorero. Se trata del relato oral de historias en las que varios interlocutores se intercambian respuestas.
Los adornos corporales son otra de las características de la cultora maorí. El tatuaje (o moko) es una de las expresiones artísticas más importantes para este pueblo indígena. Muchas veces las técnicas que se utilizan reproducen las que utilizaban sus antepasados para decorar su cuerpo, fundamentalmente sus rostros.
Estos dibujos faciales expresaban el estatus, la familia o la tribu a la que pertenecía la persona que lo llevaba.

Hay estatuillas masculinas, con rostros y cuerpo cubierto de dibujos a modo de tatuajes y la cabeza adornada con cabello natural, semejantes en muchos aspectos a las halladas en Tonga, Cook y Hawaii. Quizás son las únicas imágenes objeto de culto.

En el relieve, el arte maorí hace gala de toda su habilidad técnica. La figura humana, aislada o en grupo, se destaca sobre un fondo de motivos geométricos calados, el rostro se caracterizaba por una gran boca, de la que suele salir una lengua triangular, con el labio superior muy arqueado, en forma de ocho. La decoración de motivos curvos y en espiral, junto con la figura humana, aparece en las partes talladas de las piraguas y en los tatuajes faciales o mokos.


La colonización europea de Nueva Zelanda fue relativamente reciente. El historiador neozelandés Michael King cuenta en The Penguin History Of New Zealand que los maoris son "la última comunidad humana en la Tierra intocada y no-afectada por el resto del mundo".

Los primeros exploradores europeos — incluyendo Abel Tasman (que llegó en 1642) y el capitán James Cook (que llegó por primera vez en 1769) — relatarán encuentros con maoris. Estos primeros relatos describían a los maoris como una raza de guerreros feroces y orgullosos. Guerras inter-tribales ocurrían frecuentemente durante este período, con los victoriosos esclavizando o eventualmente comiendo a los perdedores.



Ademas del tatuaje o moko otra de las fascinantes tradiciones de este pueblo es su danza el Haka danza en la que ponian rostros grotescos con el fin de atemorizar a sus enemigos antes de las batallas y que hoy en dia practican los equipos deportivos de Nueva Zelanda antes de los enfrentamientos, como muestro en las siguientes fotografias:

Construyendo los rascacielos de NewYork

Aqui teneis una de las más famosas fotos de toda la historia: Lunch Atop a Skyscraper,(almuerzo en el rascacielos) obra de Charles Ebbets.





Esta foto, todo un clásico de los posters, fue tomada el 29 de septiembre de 1932 por Charles C. Ebbets. Y pertenece a la construcción del RCA Building (hoy General Electrics Building). Muestra a 11 obreros (al parecer, indios Mohawk, canadienses e irlandeses), almorzando sobre una viga en el piso 69 de los 71 que finalmente alcanzó el edificio, con el vacío bajo sus pies.Aunque Ebbets fue nombrado Director de Fotografía del edificio ese año, y que la imagen fue publicada poco después en el New York Herald Tribune, hasta octubre de 2003 no se le reconoció oficialmente la autoría de la foto, durante una reclasificación del Archivo Bettman, al que pertenece la imagen. El hecho que nos puede parecer extraño hoy, no lo era tanto entonces, puesto que en los años 30 era habitual que las fotos aparecieran sin firmar.
En la siguiente fotografia podemos ver al propio Ebbets realizando su trabajo.

Charlie Clyde Ebbets, nació en Gagdsen, Alabama. A la edad de ocho años se compró su primera cámara,Fué actor, piloto de carreras, piloto de aviación, cazador...y fotografo.

Publicó para los principales periódicos de Estados Unidos y en 1932 fué nombrado director de fotografía del Rockefeller Center de Nueva York, donde realizó las que seguramente son sus fotos más famosas, "Lunch atop a Skyscraper" y "Resting on a girder", similar, pero con los obreros echando la siesta sobre la viga.

Al año siguiente se trasladó a Florida donde realizó entre otras cosas varios reportajes sobre los indios semiola, fué el primer blanco al que se le permitó ver y fotografiar la danza sagrada del Maiz verde. Fotografió el huracan que arrasó los cayos de Florida en 1935 y tambien fue testigo del auge del turismo en la Florida.

Murió el 14 de Julio de 1978 a los 72 años, y durante su vida publicó mas de 300 fotografias en medios de tirada nacional.


la primera fotografia que habeis podido ver es
una de las fotos más impactantes y famosas de las primeras décadas de siglo y para nada exenta de riesgo. El propio autor se encaramó hasta las vigas del piso 69 de la obra en construcción para poder tomar la serie de instántaneas. Quizá sus dotes de piloto de aviación le ayudaron a la hora de mantener la calma y soportar el vértigo, pero ¿y los obreros? Esa gente urbana acostumbrada a vivir como funambulistas para poder llevarse el pan a la boca...

las siguientes fotos sintiendolo mucho no he podido averiguar su autor pero tambien son muy dignas de pegarles un vistazo.




La mayor estatua de Buda


Este coloso se ha realizado mediante el ensamblaje de mas de 6000 placas de bronce y acero de 6 milímetros de espesor, lo que le proporciona un peso de unas 4000 toneladas.

Vamos, para que os hagais una idea, es casi 3 veces mas alta y 18 veces mas pesada que la estatua de la Libertad.
Éso si, se acabó en 1975 y la de Estados Unidos en 1886.



Se llama ‘Ushiku Amida Buda’, y está en Ibaraki Prefecture, en Japón, cerca de Tokio.
Los dedos de su mano miden más de siete metros cada uno.


El Ushiku Amida Buddha es considerado la estatua más grande del mundo. Se acabó de
construir en 1995 y desde entonces ha sido uno de los monumentos más emblemáticos
de Japón. 120 metros que no dejan indiferente a nadie, así como sus 4.000 tonas de
peso. Los materiales utilizados para la construcción de la estatua son el acero, para laestructura, y el bronce, utilizado para la piel del cuerpo de Amida Buddha.



La dimensión y posición del monumento japonés no fueron escogidas al azar, sino que
tienen un gran significado. Los 120 metros de altura reflejan 12 rayos de luz que emanan del cuerpo de Amida Buddha para todo el mundo;
la posición de sus manos simboliza
su aceptación a todos los seres humanos sin distinción.


Según el Budismo Shin, el Buda Amida es el corazón de la fe y de la práctica de este tipo de religión.
Según el Budismo Shin, el Buda Amida señala a la fuerza vital que cuida al hombre y es una personificación de la dimensión trascendental y misteriosa
de lo que los budistas llaman
el dharmakaya (el vacío).

Los Korowai canivales en los arboles


En Papua Nueva Guinea hay una tribu llamada Korowai, la componen solo unos 4.000 individuos, antes de 1970 nadie conocía su existencia y a la inversa, ellos no sabían que aparte de las tribus cercanas, había nadie más. Son cazadores-recolectores, practican una agricultura muy básica y, antes de que el hombre blanco apareciese por allí, no habían pasado del Paleolítico.

Se cree que posiblemente sean caníbales, una practica que, por otra parte, hace poco se ha comprobado que era habitual en esa época en todo el mundo. Viven en unas cabañas elevadas, a veces a treinta metros de altura, y acceden a ellas por medio de lianas y escaleras talladas en los troncos de los arboles.

El antropologo y explorador PAUL RAFFAELE convivio con ellos y aqui os pongo retazos de una entrevista concedida a muy interesante:
Como son los caníbales korowai, con los que usted convivió. ¿Quiénes son y cómo llegó hasta ellos?
–La tribu korowai de Nueva Guinea es una de las pocas que aún practica el canibalismo. La forman unos 4.000 individuos que viven en grupos de 10 o 12 personas en casas construidas en las copas de los árboles en medio de la selva. No saben qué es la electricidad, ni los coches, ni las carreteras, ni los violines, ni la penicilina, ni Cervantes, ni el agua corriente, ni casi nada de lo que podamos imaginar. A los extranjeros los llaman laleo –“demonios fantasmas”–, aunque la mayo ría ni siquiera ha visto jamás a una persona de raza blanca. Entre ellos se pelean a menudo, y matan y se comen a los que consideran khakhua, o brujos que toman la forma de hombres y son responsables de las muertes misteriosas de los miembros de la tribu.

Para llegar hasta allí tuve que caminar y navegar durante varios días por una selva inunda da. Mi guía, Kornelius Kembaren, lleva 13 años viajando por el territorio pero nunca había remontado tanto el río, porque los korowai amenazan con matar a quienes se adentran en sus domi nios. Kembaren tuvo que desplegar toda su diplomacia para que aceptaran nuestra visita.
–¿Cómo fue la primera reunión con el líder caníbal?
–Una noche subimos a su casa arbórea, que era bastante amplia. Nos sirvieron un pescado de río, y el jefe, Boas, usando a Kembaren como traductor, me contó que los khakhuas se presentaban por la noche disfrazados de parientes o amigos de su futura víctima para devorarle las entrañas durante el sueño y rellenarlas con fuego, antes de rematarla disparándole un dardo en el corazón. Según Boas, lo normal es que el moribundo pronuncie antes de morir el nombre de su khakhua asesino, que podía ser un habitante de su casa- árbol o de otra distinta. “Por eso”, insistió Boas, “tenemos que acabar con los khakhuas. Son dañinos”. Después se quedó mirándome maliciosamente y me dijo: “nosotros no comemos humanos. Sólo khakhuas”.

–¿Y cómo hace la tribu para identificar a los khakhuas entre su propio clan?
–He ahí la cuestión. Es algo muy subjetivo porque es el moribundo quien los identifica. Yo creo que la sensación del estómago ardiendo no es otra cosa que retortijones causados por parásitos. Pero sea como sea, el enfermo tiene el poder de acusar a alguien, o lo que es lo mismo, de condenarlo a muerte.

“Del ser humano se comen todo... excepto los huesos, las uñas y el pene”–Yo estaba tranquilo con Boas porque me parecía una persona “razonable”, hasta que apareció Kilikili, el asesino más notable del clan, según mi intérprete, un tipo de mirada inexpresiva cuya boca dibujaba una mueca que me puso los pelos de punta. De pronto sacó de una bolsa el cráneo de Bunop, su víctima más reciente, a la que había matado y sacado el cerebro con el hacha de piedra que llevaba colgada al cinto. Los ojos de Kembaren se humedecieron mientras me comentaba espantado que Bunop era uno de sus porteadores habituales. A continuación me pasaron el cráneo. Yo no quería cogerlo pero tampoco pretendía ofender a los korowai, así que lo sostuve entre mis manos y se me heló la sangre al sentir el contacto con el hueso. Ningún occidental había estado jamás en esa situación. Me contaron que Bunop merecía morir porque era un khakhua que había matado al primo de uno de los miembros del clan: “Así que lo atamos, lo llevamos río arriba y lo acribillamos a flechazos. Luego, mientras entonábamos nuestros cantos rituales, le sacamos los intestinos, le abrimos las costillas y le cortamos los brazos y las piernas”. Después repartieron los trozos de carne entre los miembros del clan. La cabeza se la dieron al que había identificado al khakhua. Cocinaban la carne humana mediante el mismo procedimiento que la de cerdo, envuelta en hojas de plátano bajo una pila de piedras calientes que hacían de horno.

Foto de paul Raffaele el antropologo

Los jibaros reductores de cabezas.


Impresionante esta cultura y sus costumbres sobre todo la de las famosas cabezas reducidas averiguemos algo mas sobre ellos.los jíbaros una de las pocas tribus que sobrevivieron a la invasión de América del Sur por los europeos.

La siniestra reputación de los jíbaros no se inicia con su encuentro con los blancos, ya que incluso los incas les temían. Hacia el año 1450, el ejército de Tupac Yupanqui ataca una provincia situada en la actual frontera entre el Perú y Ecuador, al norte del río Marañón. Sus soldados sienten una violenta repulsión hacia aquellos indios de la selva: no sólo son feroces combatientes, sino también decapitan a los enemigos vencidos y reducen sus cabezas hasta que queden más pequeñas que sus puños.Los incas ganaron la guerra pero no lograron someter del todo a los Jibaros que se refugiaron en las densas junglas sudamericanas.
la etnia tiene como enemigo hereditario a los achuaras, una tribu vecina. Sin embargo, los achuaras no son suficientes para saciar los instintos sanguinarios de los jíbaros y, cuando el enemigo escasea en el exterior, se matan a veces entre sí con los pretextos más diversos, por el solo prestigio guerrero.
El gran guerrero es aquel que mata más enemigos. De cada victoria conserva un testimonio: una cabeza cortada y luego reducida. Esta costumbre no tiene por único objeto hacer alarde de trofeos de guerra durante las fiestas tradicionales. Pretende, además, que el espíritu del muerto, el muisak, no vuelva para vengarse del asesinoel guerrero que mató a un enemigo debe llevar a cabo un complejo ritual, destinado a encerrar el alma del muerto en su propia cabeza, cuidadosamente reducida, llamada tsantsa. La preparación de la cabeza dura varios días y las operaciones materiales se alternan con las ceremonias mágicas. Durante las fiestas, los guerreros lucen las cabezas de sus enemigos colgadas al cuello... No hay razón para temerle a la cabeza tratada, donde e¡ rnuisak está encerrado para siempre,
A partir del siglo XIX, los jíbaros comenzaron a intercambiar las cabezas reducidas por objetos y armas. Los traficantes revendieron los trofeos en Europa, donde se convirtieron en curiosidades buscadas por los coleccionistas y los museos, Un tráfico de falsos tsantsas sigue, por lo demás, en pleno auge. Hoy en día las comunidades de jíbaros, nunca totalmente pacificadas por los blancos, tienen guerras periódicamente. Se dice que se han seguido reduciendo algunos muisaks, a pesar de las severas leyes ecuatorianas y peruanas sobre esta materia.

El proceso es el siguiente:

Lo primero es, obviamente, cortar la cabeza al enemigo.
Con un cuchillo se hace un corte desde la nuca al cuello, se tira de la piel y se desprende del cráneo. Se desecha el cerebro, ojos y demás partes blandas, además de todos los huesos.
Se mete en agua hirviendo a la que se añade jugo de liana y otras hojas, lo que evita que se caiga el pelo. Se mantiene durante unos quince minutos aproximadamente; más tiempo la ablanda demasiado y es difícil impedir que no se pudra.
Se saca del agua (con un tamaño aproximado de la mitad del original) y se pone a secar.
Se raspa la piel por dentro para quitar restos de carne y evitar el mal olor y la putrefacción y se frota por dentro y por fuera con aceite de carapa.
Después se cose el corte de la nuca, los ojos y la boca, de manera que queda como una bolsa, en la que se echa una piedra del tamaño de un puño o el volumen equivalente en arena caliente.
Se cuelga sobre el fuego para desecarla poco a poco con el humo a la vez que se le va dando forma al cuero con una piedra caliente. En este proceso la cabeza acaba de reducirse.
Una vez seca la cabeza se vacia la arena y se tiñe la piel de negro.
Luego se introduce un cordón de algodón por un agujero practicado en la parte superior de la misma y se asegura en la abertura del cuello con un nudo o un palito atravesado.

Bomarzo, ¿un jardin monstruoso o maravilloso?



Si lo decidireis vosotros mismos despues de verlo porque no cabe duda de que para lo que algunos es una maravilla a otros les parece algo horrendo o monstruoso asi que pasen y vean y decidan;



¿Por qué Orsini construyó este jardín? ¿perteneció a alguna de las logias y cofradías de alquimistas y filósofos que surgieron en el Renacimiento italiano o tal vez como dicen otros a raiz de la amargura por muerte de su esposa? Estas y otras preguntas nos rondan la cabeza cuando vemos el jardín de las maravillas...
Bomarzo es un pueblecito al norte de Roma, dentro de la Región de Lazio. En él destaca un viejo castillo cuyos jardines guardan un hermoso secreto. Esas tierras fueron de los Orsini, una de las viejas familias nobiliarias romanas que peleaba por dominar los estamentos de la capital del mundo. Sus enemigos eran los Colonna, los della Rovere... Era una de las grandes familias.



Dicen que cuando André Breton le enseñó a Salvador Dalí un libro con fotografías sobre Bomarzo, apostilló lo siguiente: "Aquí está todo tu universo cuatrocientos años antes de que se te ocurriera". Era lógico: el bosque sagrado de Bomarzo, o parco dei mostri, como es conocido en la región, es un lugar inquietante. Su autor fue el príncipe jorobado Pier Francesco Orsini, quien hizo llamar a algunos de los más importantes artistas del Renacimiento, como el arquitecto Pirro Ligorio, que sustituyó a Miguel Ángel en la construcción de la basílica de San Pedro del Vaticano.



La idea era aprovechar la roca volcánica originaria del lugar, el peperino, fácilmente moldeable, para erigir un pequeño microcosmos de edificios y esculturas fantásticas que compitieran en dimensiones con el paisaje. Durante casi treinta años, entre 1552 y 1580, a las órdenes del príncipe, los escultores y los arquitectos fueron disponiendo enormes rocas sobre el terreno para revelar de su interior un zoológico imaginario que incluía los animales reales, los míticos y los imposibles.



Como resultado, las arpías y los ogros se hicieron sitio junto a los árboles y los arroyos, mientras los dragones o los elefantes se alineaban frente a figuras humanas de cuatro metros de altura. Y todo ello al lado de un templo renacentista de proporciones exquisitas, un teatro minúsculo o a una torre tan inclinada que apenas se puede recorrer una habitación de extremo a extremo.


Lo cierto es que el conjunto no se inauguró nunca: primero, por la muerte de Giulia Farnese, la esposa del príncipe, en cuyo honor fue construido, y luego, por la de su primogénito.


Algo es seguro: el jardín de los monstruos muestra la soledad de quien lo hizo, Pier Francesco Orsini, un hombre delicado, escondido en un cuerpo maltrecho, jorobado, que dedicó su vida a rodearse de la belleza que el destino no le había querido otorgar y, despechado con su familia, se escondió en su palacio de Bomarzo. Coleccionista de todo, recuperó de su viejo linaje familiar -los Orsini, los osos- la leyenda de su antepasado alimentado por una osa e intentó transmutarse en mago para domesticar la naturaleza; si bien, como Dédalo, acabó siendo constructor y prisionero de su obra.

Y para teminar os dejo con el video de la presentacion a este tema que se hizo en el programa cuarto milenio: